martes, 13 de diciembre de 2011

Imagen y Semejanza


La putada de Dios fue poner un espíritu dotado de razón, tal vez el espíritu más completo de todas las formas de vida de este planeta, en un vehículo animal. Y digo Putada de Dios porque no dejo de ser un humano gilipollas. Pero por lo menos me planteo algunas cosas: ¿De dónde salen todas esas dudas, esos deseos inconexos y todas esas angustias por no poder ser quienes “sentimos” que debemos ser? ¿Por qué queremos inconscientemente más de lo que podemos apreciar os disfrutar? ¿Desde cuándo, y me refiero a toda la historia de la creación, un animal pudo pensar? Es que somos los únicos. Está claro que hay gente que tiene más contacto y consciencia con/de su parte animal; y viceversa. Es que hay de todo en este mundo. Y cito a Dios como ese ente energético que da vida a todo lo creado, y que mantiene vivos todos los aspectos de su creación. No me importa el nombre, la religión o el credo. Mucho menos (y remarco: Mucho Menos) los intermediarios. Cuando enferma la razón pueden pasar varias cosas, entre ellas la locura. Hay algunas que se detectan de acuerdo al entorno social en que viven los individuos pero hay otras, las más peligrosas, que son las que se aprenden. Son razones construidas por una razón enferma y que pasan de generación en degeneración por milenios. Por ejemplo, las religiones… y ahí volvemos a los intermediarios. Un grupo de ente creando a propio interés mandamientos limitantes y restrictivos de la naturaleza humana. Una biblia que habla sobre la ira implacable de un dios rencoroso y vengativo, quemando tierras enemigas y demonios no creyentes. También es un buen ejemplo el fundamentalismo religioso. Armadas de hombres capaces de matar y de morir por una idea que poco tiene que ver con la esencia espiritual de aquello que genera la idea. Y es que hay un corte de conexión entre la idea y la esencia de esa idea. “Dios es amor, matemos en nombre de dios”. “Guerras Santas”. Miles de vidas de dios muertos en su nombre por el mismísimo humano. Que yo sepa, ningún ser humano tiene la categoría espiritual suficiente como para decidir sobre la vida y la muerte. Hay genocidas mentales que provocan suicidios masivos con una idea errónea de lo que puede ser la espiritualidad. De todas maneras, no me preocupa tanto la realidad de que haya de esos personajes como el hecho también real de que haya tanta gente que los sigue. Dios está en todas las cosas. Seguramente también haya una razón para que esto pase y que escapa a nuestro terrenal raciocinio. Él es y esta en todas las personas. En todos los animales. En todas las formas de vida y de muerte también. Es amor. Y no creo que la guerra sea una demostración pura de amor y afecto al prójimo. Sí, estoy siendo sarcástico.
No pienso hablar de todas las maneras de enfermedad de razón que hay porque hay muchas que desconozco y otras de las que no podría hablar por abominables que son. Lo que si quiero mencionar es el hecho de que al no estar espiritualmente conectados con la fuente, se deforman las ideas de los valores buenos o malos. No es un juicio lo que estoy tratando de hacer. Es simplemente un llamado de auxilio a todos esos espíritus dormidos en vehículos de autodestrucción masiva. Creo que en el fondo, el humano es consciente de lo que debe hacer o no, de lo que está bien o mal. Lo único que debe hacer es escuchar a su corazón. Lo dijo el principito, lo dijo Ami, lo dijeron miles de seres mitológicos, mitad humanos mitad dioses y creo que hasta lo dijo Alf antes de decir: “No Hay Problema”. La cuestión es simple. El hecho de que haya tanto espíritu dormido y de que tanta gente actúe mas con el vehículo que con el chofer, está haciendo que esta tierra nos quiera quitar de encima. Es una preocupación que debe afectarnos a todos los mortales de este mundo. La falta de consciencia cósmica va a provocar daños astronómicos. Y ya lo está haciendo. En todo el mundo hay más movimientos que nunca. La capa de ozono está hecha mierda. El calentamiento global no para. Los climas están modificados. Ya no hay primavera ni otoño. Hoy ya hace mucho tiempo que veía y sentía esos cambios paulatinos perceptibles a los sentidos de un niño. Treinta años son mucho tiempo para mí… pero para la tierra no es más que una fracción de segundo. Y el cambio es grave. Dicen que en el 2012 reventamos. Bueno, puede ser… pero no de la manera que todos creen. Creo que va a ser un cambio más de consciencia que físico. Algo está pasando. La semejanza está cobrando vida en todas nuestras imágenes. Y es que Dios juega a los dados con nuestras existencias. Está comprobado físicamente. Y se divierte viendo cómo nuestras raras cabezas tratan de dilucidar cómo es posible que sus dados tengan siete caras. Quiero decir, la esencia de dios no nos será revelada. Deberemos hacer lo posible con nuestras consciencias para poder entender el por qué de esta vida. Y dudo que sea la mayoría quien encuentre respuesta. Pero por lo menos saber que hay cosas que no se hacen. Hay cosas que no se piensan. Hay cosas que no se desean. El cambio espiritual va ser drástico en su selección. Los desastres naturales están advirtiendo al hombre cuán poca cosa es en comparación con la inmensidad. Tal vez sea que lo eterno se manifiesta en extensiones gigantes para nosotros, simples transportadores de esencia eterna. Somos todos parte del todo. Somos todos parte. Somos uno. ¿Pero qué cojones tienen en la cabeza? ¿Por qué me siento extranjero en mi propio mundo? Es que las cosas que pasan y se ven a diario no tienen explicación alguna. No hay derecho a ser más que nadie. No hay derecho a no escuchar, a no ver, a no sentir. Y sin embargo, este puto mundo se va a la mierda porque la gran mayoría no encuentra la llave de contacto. La verdad me fastidia sobremanera ser un simple mortal. Mi espíritu está que explota en este lugar que eligió antes de caer. Tantos caídos queriendo una explicación. Tal vez la misma… la misma para todos. Y sabemos que no la vamos a tener. Entonces, entre toda esta maraña de sentimientos encontrados, ¿por qué no hacer lo primero que sabemos que está bien? Lleva exactamente el mismo esfuerzo, la misma cantidad de energía. Hasta quien tiene la razón enferma sabe que hay cosas que no son amor. Hasta el más perjudicado tiene chispazos divinos, porque lo divino se ve, se siente, se palpa. Todos tenemos acceso. Todo demonio es parte de este universo que todo lo ve, lo sabe, y lo ríe… tirando una mano de trece dados con siete caras. ¿Quién puede ganar este juego?

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